Grandes candeleros, velas flotando en recipientes con agua, en porta velas transparentes o coloridos, son variantes para un sendero en el parque o para algún lugar en especial del ambiente al aire libre.
Si bien brindan una luz tenue que puede perderse si no está en proporción a la amplitud del jardín son, al margen de su función de iluminar, un objeto de decoración que trasmite serenidad, romanticismo y relax. Muchas veces son el detalle, sencillo pero notable, que falta a un jardín en una noche de verano en el que el silencio completa el clima de distensión.
Una serie de objetos emula a las velas con llamas a batería, la opción natural, propiamente de cera y muchas veces aromática, trasmiten una luz muy particular que vale la pena encender. Si bien en los espacios a cielo abierto las que tienen esencias y aromas suelen perderse en el aire, hay algunas destinadas especialmente a estos sitios fabricadas con aromas intensos, perdurables y de gran tamaño para que no se pierdan olfativamente y menos aun visualmente.
Otro posible uso de este elemento, son las velas flotantes que adornan la piscina. Aunque no son prácticas y deberás sacarlas por el día para bañarte, dan una decoración muy fina, especial y sigue una tendencia moderna, ideal para lucirse si realizas una fiesta o reunión en el parque.
Otra posibilidad de dar vida al jardín a través del fuego son las antorchas. Altos bastones de madera con una terminación circular, van incrustados a la tierra y estos sí alumbran con mayor intensidad. Puedes así escoger velas para una decoración más delicada o antorchas para un estilo más rústico y como objeto que de algún modo rellena el espacio abierto.
Elegidos para iluminar, para decorar y hasta para ahuyentar insectos de forma natural, el fuego es un elemento vital y pasional que da vida a tu jardín.
web: www.bellasiempre.com.ar
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